Una noche de auténtica "Jonasmanía" se vivió en el Estadio Monumental. En efecto: el griterío de las 30 mil fans que repletaron el recinto competíó con el sonido de la propia banda, en la mejor tradición Beatle. Un fenómeno presagiable, ya que medio millar de seguidoras estuvo haciendo guardia en el hotel donde se hospedaban y, más tarde, en los alrededores del lugar del concierto que abrió sus puertes pasadas las 16:30 horas.
Tras la presentación de Disney Highway y el elenco "Camp Rock 2" -ambos números ligados al trío de hermanos- vino lo que todas esperaban. A las 20:30 los Jonas Brothers aprecieron en el escenario provocando el delirio del público.
Musicalmente es interesante ver cómo han ido afilando su sonido, que de un pop bailable ha ido mutando en un power pop con ciertos "lujos" en los arreglos que demuestra que los intereses de sus integrantes van cambiando también. No es casual que antes de la conferencia de prensa de ayer sonara Devo por los parlantes ni menos la marcada influencia de Bruce Springsteen y el blues en el debut de Nick Jonas junto a The Administration llamado "Who I am".
Pero claro también hubo cuerpo de baile (la banda ahora tiene bailarines) y numerosos hits: "Year 3.000", "Hold on", "Paranoid", "When you look me in the eyes", "Feeling alive". Singles que el público se conocía de memoria.
Un alivio para ellos considerando los problemas con Demi Lovato que inicialmente abriría el show y el accidente sufrido por Joe Jonas mientras jugaba ping pong en el hotel. El recital se extendió hasta pasadas las 22:30 horas. Esta fue la segunda presentación de la banda, tras su exitoso debut del año pasado.
Creed. JOPT